top of page

Ashwagandha: ¿adaptógeno milagroso o riesgo para el hígado?


ree

La ashwagandha, conocida científicamente como Withania somnifera, se ha popularizado en los últimos años como un adaptógeno natural capaz de ayudar a combatir el estrés, mejorar el sueño, potenciar el rendimiento físico y hasta apoyar la salud cognitiva.


Su uso tradicional viene del Ayurveda, donde se ha utilizado por siglos para promover vitalidad y longevidad.


Sin embargo, como nutricionista que cree en el poder de la ciencia, me corresponde mostrar el panorama completo: sus beneficios, sí, pero también los riesgos que algunas investigaciones recientes han puesto sobre la mesa.


¿Qué dice la ciencia sobre sus beneficios?


Estudios clínicos controlados han respaldado muchos de los usos tradicionales de la ashwagandha. En dosis de 300 a 600 mg diarios, durante periodos de 6 a 8 semanas, se han documentado mejoras en:

  • Niveles de cortisol, reduciendo la percepción de estrés.

  • Calidad del sueño, incluso en personas con insomnio leve.

  • Memoria y concentración, especialmente en adultos mayores y personas bajo carga cognitiva.

  • Recuperación física, fuerza muscular y VO₂ máx en atletas recreativos y personas físicamente activas.


Por ejemplo, un estudio publicado en Frontiers in Nutrition en 2024 encontró que ciclistas suplementados con ashwagandha por 8 semanas mostraron mejoras significativas en consumo de oxígeno, resistencia y potencia.


Otro ensayo aleatorizado con adultos sanos reportó efectos positivos en memoria, humor y velocidad de procesamiento con una formulación liposomal.


La ashwagandha también ha demostrado tener propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, que podrían explicar parte de su impacto en la percepción de bienestar general.


Pero, ¿y el hígado?


Aunque los beneficios son reales, no todo lo que viene de la naturaleza es automáticamente seguro. Desde 2019, se han documentado casos clínicos de toxicidad hepática asociada al consumo de ashwagandha, conocidos como Herb-Induced Liver Injury (HILI).


Uno de los reportes más serios fue publicado en 2023: una serie de casos en la India identificó a ocho pacientes que consumieron exclusivamente suplementos de ashwagandha y desarrollaron daño hepático. De ellos, tres con enfermedades hepáticas crónicas preexistentes fallecieron tras una progresión a insuficiencia hepática aguda sobre crónica.


En otros casos aislados en Europa y EE. UU., personas jóvenes y sanas presentaron ictericia, elevaciones en enzimas hepáticas y coluria (orina oscura), síntomas que desaparecieron después de suspender el suplemento. No obstante, en muchos de ellos la recuperación fue lenta y requirió semanas o incluso meses.


Se sospecha que los compuestos bioactivos de la planta, como la withanona, podrían estar relacionados con daño directo a las células hepáticas. También se menciona la posibilidad de suplementos mal etiquetados o mezclados con otras sustancias, lo que subraya la importancia de adquirir productos certificados.


Entonces, ¿es segura o no?


La respuesta es: depende del contexto.

  • Si estás sana, sin enfermedades hepáticas, y usás un producto certificado, la ashwagandha puede ser una herramienta útil por un tiempo limitado (no más de 2–3 meses continuos).

  • Pero si tenés antecedentes hepáticos, estás medicada o consumís otros suplementos, deberías evitarla o hablarlo primero con un profesional de salud.


Recomendaciones finales


  1. Usá productos de calidad, preferiblemente verificados por terceros (ej. NSF, USP, Informed Sport).

  2. Respetá la dosis: no más de 600 mg diarios.

  3. No la usés de forma crónica. Tomate pausas después de 2 o 3 meses.

  4. Consultá con un profesional antes de iniciar, especialmente si tomás medicamentos.

  5. Prestá atención a síntomas de alarma: ictericia, fatiga extrema, picazón, orina oscura. Si aparecen, suspendé su uso de inmediato y consultá.


Conclusión


En lo personal creo en el poder de las plantas, pero también en el poder del conocimiento. La ashwagandha puede ser una gran aliada para manejar el estrés y mejorar la calidad de vida, pero no es una solución mágica ni está libre de riesgos.


Que una sustancia sea natural no significa que sea inofensiva. Por eso, si vas a usarla, que sea con conciencia, guía profesional y siempre de la mano de la evidencia.


Referencias bibliográficas


  • Bjornsson, E. S., & Hoofnagle, J. H. (2016). Herbal hepatotoxicity: review and assessment of reported cases. LiverTox: Clinical and Research Information on Drug-Induced Liver Injury. National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (US).

  • Ghosh, A., Das, D., Pal, S. C., Bhattacharyya, S., & Dey, S. K. (2023). Ashwagandha-induced liver injury: A case series. Hepatology Communications, 7(10), e01325. https://doi.org/10.1097/HC9.0000000000001325

  • Gopukumar, D., Prasad, N. R., & Thangavel, N. (2024). Effect of Ashwagandha supplementation on exercise performance: A randomized controlled trial. Frontiers in Nutrition, 11, 1439294. https://doi.org/10.3389/fnut.2024.1439294

  • Salve, J., Pate, S., Debnath, K., & Langade, D. (2024). Clinical evaluation of Withania somnifera in reducing stress and improving cognitive function: A double-blind, placebo-controlled trial. Journal of Dietary Supplements. https://doi.org/10.1080/19390211.2024.1001236

  • LiverTox: Clinical and Research Information on Drug-Induced Liver Injury. (2024). Withania somnifera. National Institutes of Health. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK548536/

 
 
 

Comentarios


Cartago

25m Sur, Capillas Última Joya

Curridabat
Oficentro Momentum Pinares, 2do piso. Consultorio 6 

 

WhatsApp: (506) + 8696-0124

Tel: (506) + 4000-2171

  • YouTube - círculo blanco
  • Blanca Facebook Icono
  • Twitter Icono blanco
  • Blanco Icono de Instagram

 

Nutri Fit - Costa Rica © 2024 Derechos Reservados

bottom of page